lunes, 26 de mayo de 2008

El último ádios.

Siempre he pensado que las despedidas son las peores, pero ¿Que pasa cuando uno se va para siempre y no podemos decir el último ádios?, ¿Que pasa con la gente que nos rodea?
Hoy no pude dejar de leer las cartas a un conocido que decidió marcharse de este mundo. Tantas cosas que sus amigos más cercanos no pudieron decirle, tantas cosas que no me había cuestionado.
Un ádios no es una palabra en vano, cada día hay que despedirse, uno nunca sabe cuando nos tocará abandonar este lado, ¿Pero realmente decimos lo necesario? hoy me cuestione si realmente yo les he dicho lo importantes que han sido mis amigos en mi vida o aquellos personajes que me han marcado, con alguna historia o enseñanza en mi vida, hoy me di cuenta que no tengo el tiempo comprado en esta vida, tengo que aprovecharla y además aprovechar a al gente que me rodea, mejor prevenir que lamentar, y desde hoy no me guardaré sentimiento ni palabra, prefiero tirarme a la piscina y no llorar sobre la leche derramada.


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